Noticia de EL ESPECTADOR – FOTO TOMADA DE www.elsustomovie.com
México tiene la tasa de mortalidad por diabetes más alta del mundo. Un documental cuenta la historia de este enorme problema de salud pública asociado al consumo de bebidas azucaradas.
Los altos índices de asesinatos en México, causados por el aumento del tráfico ilegal de drogas, están en los titulares de todo el mundo. Pero hay otro asesino operando en el país que cobra cinco veces más vidas que la actividad de los cárteles de la droga: la diabetes.
La diabetes relacionada con el estilo de vida, conocida como diabetes tipo 2, mató a 625.000 mexicanos entre 2012 y 2018.
El 7 de diciembre, un documental que muestra este fenómeno fue estrenado en el Festival Global Health Film de Londres. Se titula “El Susto”, porque muchos mexicanos creen que un susto causa la diabetes. Sin embargo, como la directora del documental, Karen Akins, dejó en claro a la audiencia, el verdadero culpable es la dieta alta en azúcar de los mexicanos, fomentada por las gaseosas baratas y los alimentos procesados importados.
La película empieza con imágenes de numerosas botellas de Coca Cola,
bolsas de snacks marca Cheeto y pizzas congeladas colocadas en tumbas
por parientes en duelo, que honran a los miembros fallecidos de sus
familias llevándoles sus comidas favoritas. Simón Barquera, director del
Instituto Mexicano de Nutrición Pública, describe vívidamente cómo la
suscripción de su país del tratado de libre comercio de América del
Norte (TLCAN) en 1994 abrió las puertas a los gigantes internacionales
de alimentos dispuestos a encontrar nuevos mercados para sus productos.
La investigación realizada por el instituto encontró que, desde los años
80, los mexicanos consumen 30 por ciento menos frutas y verduras
locales. Pero su consumo de alimentos altamente procesados se ha
disparado en 40 por ciento. Ahora, el país ostenta el triste récord de
tener la tasa de mortalidad por diabetes más alta del mundo.
La película no se anda con rodeos cuando se trata del papel que
desempeña Coca Cola, el gigante de las bebidas. Esta gaseosa está en
todas partes, incluso los gimnasios escolares y las clínicas rurales
llevan su marca. Un gran camión de publicidad semipermanente se ha
estacionado frente al Ministerio de Salud, y el árbol de navidad más
grande de México es patrocinado por la marca.
Requerida por SciDev.Net para hacer un comentario al respecto, Coca
Cola de México dijo que 45 por ciento de sus productos tienen bajo o
nulo contenido de caloría, y que el contenido calórico de la Coca Cola
original se había reducido en 30 por ciento en los últimos tres años. Un
vocero se refirió a la política de marketing de la empresa que
establece: “Coca Cola no colocará nuestras marcas en ningún medio que se
dirija directamente a niños menores de 12 años”.
No obstante, la publicidad de las empresas de gaseosas está teniendo un
efecto evidente. Los mexicanos consumen la asombrosa cantidad de 167
litros de refrescos per cápita al año, y 70 por ciento de su consumo de
azúcar proviene de las bebidas. Akins señala que la gaseosa es una
golosina barata que incluso los pobres se pueden costear. “Es tu
recompensa al final de un largo día”, dijo Ángela Carriedo, profesora de
salud pública en la Escuela de Medicina Tropical e Higiene de Londres,
en la proyección. “No tienes mucho dinero, estás luchando, trabajas
duro, pero al menos tienes eso”. *
Algunas de las personas retratadas en “El Susto” casi parecen adictos a
la gaseosa. Akins entrevista a una mujer que bebe seis litros de Coca
Cola al día. Ella explica ingenuamente que debe haber cogido ‘el susto’
cuando murió su madre y a continuación admite que sigue bebiendo porque
“nunca” siente que es suficiente. “Nunca me siento llena”, declara.
Afortunadamente, un grupo de activistas, muchos de los cuales
contribuyeron al documental, emprendieron la lucha contra “el gran
azúcar” y en 2013 México estableció un impuesto de un peso al azúcar en
las gaseosas, casi 10 por ciento del precio de una botella. La
estrategia está funcionando: al año de la introducción del impuesto, la
venta de gaseosas cayó 7 por ciento mientras que el consumo del agua
embotellada aumentó.
Pero el documental de Akins termina con una advertencia. Como el consumo
de alimentos procesados está disminuyendo en los países occidentales,
las compañías de alimentos están buscando otros mercados.