• Ante el anuncio del gobierno Duque de adoptar la recomendación de la Universidad de Antioquia e implementar los sellos octogonales, el Cajar afirma que la decisión del Minsalud responde al mandato de la sociedad civil.
  •   “Recordamos las más de 10 mil firmas que rechazaron los sellos circulares que el Ministerio de Salud pretendía imponer, sin evidencia científica, al expedir autónomamente la resolución 810 del 2021”, resaltó Yessika Hoyos, vocera de la campaña Dulce Veneno.

Bogotá, agosto 02 del 2022 (@CCajar – #DulceVeneno). El Colectivo José Alvear Restrepo, Cajar, afirmó hoy que la decisión del Ministerio de Salud y Protección Social de implementar en Colombia los sellos octogonales de advertencia respalda el mandato de la sociedad civil que exigía el mejor etiquetado para que la ciudadanía  decidiera si consume o no bebidas endulzadas y comestibles ultra-procesados.

“Pese a la oposición del gobierno y de la industria de comida chatarra y gracias a la academia libre de conflicto de interés como la Universidad de Antioquia hoy hay un proyecto de modificación de la resolución 810 que da la razón a la ciudadanía y a las organizaciones de la sociedad civil que luchamos por el derecho a la salud y que plantea un sello octogonal de advertencia para productos ultraprocesados”, dijo Yessika Hoyos, abogada del Cajar y vocera de la campaña Dulce Veneno.

Por más de 3 años, organizaciones sociales lucharon porque el Gobierno y el Congreso respondiera a una política pública que permitiera el etiquetado frontal adecuado, con la mejor evidencia científica libre de conflicto de interés en la comida chatarra con el fin de generar un aporte a la salud de los colombianos y colombianas. Pero no se ha aplicado correctamente  debido a la interferencia de la industria, que, con un fuerte lobby ante el Minsalud, impuso unos sellos circulares, negros, con insuficiente información de advertencia frontal en paquetes, galletas, y bebidas endulzadas.

“Recordamos en este momento, las más de 10 mil firmas que rechazaron los sellos circulares que el Ministerio de Salud pretendía imponer, sin evidencia científica, al expedir autónomamente la resolución 810 del 2021, cuando la Ley comida chatarra decía claramente que se necesitaba un estudio con el cual se sustentara la mejor opción. Vimos cómo en los supermercados ya encontrábamos productos con etiquetado circular cuando ni siquiera se había realizado el proceso como ordena el texto de la Ley 2120”, resaltó la vocera de la campaña Dulce Veneno.

La ciudadanía agregó Hoyos, ha comprobado los años de lucha que emprendió un grupo de organizaciones de la sociedad civil que persistió pese a la interferencia de los industriales que pretendían imponerse en el país de acuerdo con sus intereses.

“A lo largo de estos años comprobamos malas prácticas como las puertas giratorias, como la financiación de campañas políticas para persuadir a los políticos, como las reuniones por debajo de la mesa para legislar con base en sus intereses económicos, olvidando que es la salud pública la que debe prevalecer por encima de todo”, enfatizó.

El Cajar afirmó que espera un documento firmado que no le haga más jugaditas al país y a la Ley Comida Chatarra, ya que el texto presentado por el Ministro de Salud es hasta ahora un borrador que publicó para comentarios. “Estamos muy cerca de obtener el etiquetado que recomendaron los académicos libres de conflicto de interés, pero debemos estar atentos para que no le hagan cambios de última hora al documento antes de su firma, cosa que lamentablemente, es una práctica común del gobierno saliente.” concluyó Hoyos.