• El sello frontal de advertencia en bebidas y comestibles ultraprocesados ha sido afectado por la interferencia de la industria en Colombia.
  • “¿Crónica de una interferencia anunciada, ministro Fernando Ruiz?, ¿Por qué no hay transparencia en un tema tan importante de salud pública? cuestionó al Minsalud la abogada del Cajar.

Bogotá, 07 de octubre del 2021 (@CCajar – #DulceVeneno)

La vocera de la campaña Dulce Veneno y abogada del Colectivo de Abogados, Yessika Hoyos, solicitó hoy al Ministerio de Salud que de manera transparente cumpla con la implementación del etiquetado frontal de advertencia conforme a lo ordenado por la ley comida chatarra (ley 2120 de 2021). 

Para la abogada Hoyos, el gobierno en una clara alineación con la industria expidió una resolución que busca complacer los intereses de los empresarios para evadir la obligación de poner un etiquetado de advertencia respaldado por la mejor evidencia científica.

“En el mes de junio, dos días antes del último debate de la ley Comida Chatarra, el Ministerio de Salud publicó la Resolución 810, que establece el reglamento técnico sobre los requisitos de etiquetado frontal. El texto de dicha resolución fue impulsado por la industria de bebidas endulzadas y comestibles ultraprocesados”, denunció Hoyos.

Agregó que representantes de la industria de productos comestibles pidieron la implementación de un modelo de etiquetado circular que no está respaldado por la mejor evidencia científica publicada por académicos independientes, libres de conflictos de interés, lo cual hoy va en contra de la ley.

“El Ministerio tiene pleno conocimiento sobre la poca efectividad del etiquetado circular dado que no cumple con la intención de advertir sobre el daño que ocasiona consumir en exceso sustancias como sal, azúcar, edulcorantes o grasas”, explicó la vocera de la campaña Dulce Veneno. “El mejor etiquetado debe estar respaldado por la evidencia científica, como lo ordena la ley. En varios países de la región se han puesto sellos negros octogonales, los más efectivos de acuerdo con los estudios, en Colombia la industria y el gobierno quieren imponer un etiquetado que será menos efectivo”.  

Para el Cajar es muy importante que el consumidor tenga claro qué está consumiendo, pues está en juego la vida de cientos de miles de colombianos, como se ha evidenciado en la pandemia por covid-19 que estamos atravesando.

Agregó que el Ministerio tiene la obligación de cumplir el texto de la ley Comida Chatarra, revocando la resolución 810 que no cumple con lo ordenado por el Congreso. “Observamos un verdadero espacio de cogobernalidad con la industria de comestibles ultraprocesados y bebidas azucaradas en materia de políticas de salud y alimentación alrededor de la implementación del Etiquetado Frontal de Advertencia”, enfatizó.

El Cajar ha señalado que la industria ha interferido en las decisiones del legislativo debido a la financiación que realizan a los congresistas para sus campañas políticas.