NOTA DE EL ESPECTADOR 12-07-21/ FOTO DE EL ESPECTADOR

El representante Mauricio Toro le pidió al saliente presidente del Senado, Arturo Char, que firme la ley para poder remitirla a Presidencia para su sanción.

Pasados más de 20 días desde que el Congreso aprobó la ley de comida chatarra, el representante Mauricio Toro (Alianza Verde), quien es uno de sus coautores, reclamó este lunes que la iniciativa permanece engavetada por parte del presidente del Senado, Arturo Char (Cambio Radical), quien aún no la habría remitido a Presidencia de la República para su sanción.

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Según alegó Toro, pese a haber sido aprobada por unanimidad y tras ser conciliada el pasado 20 de junio, la ley no ha salido del escritorio de Char y no se ha remitido a Presidencia para su sanción.

“Es necesario que firme la ley para poder remitirla a Presidencia de la República, de tal manera que el presidente la pueda suscribir y empiece a operar en el país. Es un llamado al presidente del Congreso para que por favor la firmen y la envíen a Presidencia cuanto antes. Ya va a cumplirse un mes después de aprobada y aún no sale de su despacho”, dijo Toro.

El representante le recordó a Char que le quedan 8 días como presidente de Congreso, por lo que “todo el país está a la espera que la ley de comida chatarra sea una realidad”.

La iniciativa le apuesta a que los consumidores puedan identificar, con información clara y sencilla, aquellos productos que tengan exceso de azúcar, sodio o grasas, de cara a proteger la salud de los ciudadanos, en particular niños y jóvenes.

En esa línea, explicó Toro, se le ordena al Ministerio de Salud adoptar un reglamento para definir el etiquetado de productos ultraprocesados mediante un sello frontal de advertencia, sencillo y claro. “Después de tres intentos y más de seis años de lucha, en los cuales el proyecto había sido archivado por el lobby de la industria, finalmente, el Congreso lo aprobó”, dijo el congresista, advirtiendo que la iniciativa “enfrentó el lobby de la Andi y las objeciones del Ministerio de Comercio y del Ministerio de Salud”.

El proyecto faculta también al Gobierno para diseñar herramientas pedagógicas, como cartillas y aplicaciones móviles, sobre hábitos alimentarios y riesgos a la salud por consumo de comestibles ultraprocesados. Adicionalmente, se busca que se fomente la transmisión de contenidos con mensajes de promoción de hábitos de vida saludables, enfocada a niños y adolescentes.