EXTRACTO DE EL PAÍS 14-06-2021/ FOTO DE TECHNEMEXICO

El proyecto de ley sobre comida chatarra, que propende por mejores hábitos alimenticios y acceso a información clara y veraz sobre productos comestibles y bebidas, se encuentra en cuidados intensivos en el Senado de la República.

El SOS fue lanzado por Carolina Piñeros Ospina, directora ejecutiva de Red Papaz, quien advirtió que de no debatirse en los próximos días (hay plazo hasta el 20 de junio cuando vencen las sesiones ordinarias del Congreso), la iniciativa se hundirá.

Explicó que el pasado 20 de mayo fue aprobado en tercer debate en la Comisión Séptima del Senado y que solo falta la última discusión en la plenaria de esa corporación para que quede listo para pasar a sanción presidencial.

“La responsabilidad es de su presidente, Arturo Char, y la mesa directiva. Les estamos mandando un mensaje de urgencia para que este martes lo pongan en la orden del día”.

De lo contrario, dijo Piñeros Ospina, todo el trabajo realizado durante los dos últimos años por parte de los impulsores de la iniciativa saludable terminará en la caneca de la basura.

“Este es un proyecto muy sencillo, que busca que la gente tenga derecho a información clara y veraz cuando un producto tiene exceso de azúcar, sodio, grasas saturadas y edulcorantes, pero falta gestión de la mesa directiva del Senado. Llevamos dos semanas en las que no pasó nada con él”, sostuvo.

Y agregó que la iniciativa “quiere ayudar a los consumidores a identificar cuándo un producto tiene exceso de estos ingredientes a través de un sello de advertencia al frente de los empaques. Podrían ser cuatro etiquetas si tiene exceso de los cuatro”.

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El objetivo es claro, como el eslogan de la campaña: ‘No comas más mentiras’, que se viene promoviendo desde el 2017, pero, según la vocera de Red Papaz, algunos congresistas que se oponen a su aprobación han recibido dinero de la industria de productos procesados para sus campañas o están pensando en obtener contribuciones de esa fuente para la contienda electoral del próximo año.

“Si se hunde, seguiremos trabajando. Son iniciativas de salud pública hacia donde el país debe moverse. Por eso, es muy importante no abandonar las luchas. Seguimos pretendiendo el impuesto a las bebidas azucaradas y los entornos escolares saludables”, enfatizó Piñeros Ospina.

De su lado, el senador Juan Luis Castro, del Partido Alianza Verde, coincidió en que los tiempos para legislar sobre la denominada comida chatarra se están acortando.

“Ha sido muy complejo el tema, porque uno no sabe qué más hacer para que le pongan atención al proyecto. Me explico, esta es una decisión de la mesa directiva del Senado, le he mandado mensajes al presidente del mismo, pero no lo ha puesto en el orden del día y, si no lo pone, se nos hunde la iniciativa”.

El congresista reconoció que es una propuesta sobre la que pesan muchos intereses por parte de la industria de alimentos en Colombia, por lo que, según él, algunos gremios estarían presionando a los legisladores para que al proyecto ya aprobado en la Cámara de Representantes se le hagan varias modificaciones. “La principal dificultad que tenemos es esa: la oposición que le ha hecho la industria de los alimentos”.

Sin embargo, Castro reconoció que hay una luz de esperanza, pues la iniciativa ya fue anunciada para discusión el pasado martes, “pero hay que seguir presionado para que lo pongan en el orden del día”.

Para el senador, el etiquetado frontal de los productos es urgente porque advierte a la gente de los alimentos que tienen hipercontenidos de azúcar, sodio, grasas saturadas, lo que evitará que los colombianos consuman productos que le podrían hacer daño a su salud.

Al mismo tiempo, añadió, evitará la publicidad engañosa, porque, explicó, un jugo procesado no es igual que un jugo natural.

Entre tanto, el representante Mauricio Toro, del mismo partido y coautor de la iniciativa, lamentó que el Senado solo esté sesionando una vez a la semana, durante cuatro horas, porque retrasa la posibilidad de que se debatan los proyectos que están pendientes por ser aprobados por el Legislativo, al punto que se ha generado un “trancón impresionante”.

“Esta iniciativa “la ha tratado de engavetar la industria, que ha hecho un ‘lobby’ poderosísimo. Y también el Gobierno, por medio del Ministerio de Comercio, que apagó la voz del de Salud y que hoy está haciendo un trabajo muy fuerte”.

De acuerdo con Toro, “uno de los encargados de torpedear el proyecto de ley es un asesor del Ministerio del Comercio de apellido Pescador, quien está haciendo todo lo posible para que la iniciativa no sea agendada, de tal manera que se nos hunda”.

Entre tanto, Castro manifestó que están ante un SOS porque nunca antes habían logrado que la propuesta llegara a cuarto debate, pero, de ser aprobada por el Senado, tendría que ser conciliada con la Cámara de Representantes, lo que demoraría más la posibilidad de que quede lista como nueva ley de la República.

De igual forma, el representante liberal Julián Peinado Ramírez enfatizó en que “la evidencia muestra que una buena regulación en términos de etiquetado frontal de alimentos puede suponer una reducción en las enfermedades no transmisibles, como la diabetes, la hipertensión o la obesidad”. Y recalcó que si se dejan pasar más días sin que sea debatido, el proyecto se hundiría y tocaría empezar su trámite desde cero.

Por su parte, el senador Carlos Fernando Motoa, de Cambio Radical, reconoció que presentó observaciones a varios puntos en el debate en la Comisión Séptima, pero que finalmente votó de manera positiva la iniciativa.

En su opinión, “es importante que en el país se puedan crear menús saludables a precios asequibles, generar espacios pedagógicos desde temprana edad sobre hábitos y consumo de productos saludables, fomentar el deporte como un estilo de vida, respetar los horarios de alimentación y/o hacer promoción de actividad física.

El senador por el Centro Democrático Gabriel Velasco, que también apoyó el proyecto, precisó que “se debe hablar de balance nutricional y equilibrio, no todo está en la ingesta, hay otros mecanismos e instrumentos que podemos utilizar para mejorar las condiciones nutricionales y el bienestar de los niños y de la ciudadanía”.

Por su parte, el senador José Ritter López, del Partido de la U, indicó que “este proyecto no va en contra del empresariado, que ha hecho lobby para que el etiquetado frontal no se dé y lo considero una lectura equivocada”.

En detalle

El proyecto de ley 347 del 2020 del Senado y 167 del 2019 de la Cámara de Representantes busca “regular y prevenir, a través de diferentes instrumentos, enfermedades relacionadas principalmente con los malos hábitos alimenticios”.

El colectivo de Abogados José Alvear Restrepo envió una carta al presidente del Senado, Arturo Char, manifestando que “consideramos que la adopción de medidas de salud pública orientadas a la prevención de enfermedades no transmisibles es una medida necesaria para avanzar en el nivel de garantía del derecho a la salud”.

Esta situación, dice la comunicación, se hace más prioritaria ante los retos globales que enfrenta el mundo por la pandemia de covid.

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