NOTA DE EL TIEMPO 18-10-20/ FOTO DE EL PODER DEL CONSUMIDOR

Sellos de advertencia

Estudio halló que ayudan a los consumidores a identificar qué alimentos son menos saludables.

Sellos octogonales, triangulares y circulares, como los que propone el Ministerio de Salud, fueron analizados en este estudio.

Los colombianos, con los sellos frontales de advertencia en los empaques de la comida chatarra y las bebidas azucaradas, pueden percibir fácilmente cuáles de estos productos son los menos saludables.

Así lo demostró un estudio virtual titulado ‘Evaluación de la efectividad de diferentes sellos frontales de advertencia para productos comestibles y bebidas con alto contenido de azúcar, sodio y/o grasas saturadas en Colombia’, de la Universidad de Carolina del Norte, la Universidad Nacional de Colombia, la Universidad Javeriana y Vital Strategies. Este fue publicado hace poco en la revista ‘Nutrients’.

En concreto, 1.997 adultos fueron asignados al azar para ver productos simulados del mercado con tres tipos de sellos: octágono, círculo, triángulo y el código de barras (este último de control). Y luego de eso respondieron algunas preguntas.

El 49 por ciento afirmó que los sellos frontales octagonales los disuadía de consumir productos ultraprocesados que tienen exceso de nutrientes nocivos para la salud, comparados con el 27 por ciento que escogieron los sellos triangulares y el 21 por ciento que optaron por los circulares.


El estudio mostró, además, que en el momento de elegir entre dos bebidas de frutas, el 84 por ciento de los participantes consideraron que la bebida que llevaba un sello de advertencia octagonal era la que tenía mayor cantidad de azúcar, comparado con el 32 por ciento que estuvo expuesto a los productos que tenían código de barras.

Por otra parte, los sellos de advertencia tuvieron un desempeño similar entre los participantes de educación baja (básica secundaria o menor) y alta (nivel universitario o superior), “lo que demuestra que podrían tener un impacto positivo y equitativo en la toma de decisiones de compra, independientemente del nivel educativo”, según el estudio.

Otro hallazgo importante es que la presencia de los sellos de advertencia en el frente del empaque desanima más a los colombianos a comprar estos productos, encontrando que cerca del 22 por ciento de los participantes comprarían los productos menos saludables con el sello de advertencia, en comparación con el 54 por ciento que reportaron que los comprarían cuando vieron el código de barras (control).

Para los investigadores, “los encargados de la formulación de políticas deberían considerar la advertencia del octágono como parte de una política de etiquetado en el frente del envase para ayudar a los consumidores a identificar y reducir el consumo de alimentos con alto contenido de nutrientes preocupantes”.


Luis Fernando Gómez, profesor de la Javeriana y uno de los autores, afirma que los resultados concuerdan con los de otras investigaciones en América Latina que muestran la efectividad de estos sellos. “Para que esta intervención genere un mayor impacto, debe estar vinculada con otras acciones como restricción de publicidad y promoción de comestibles ultraprocesados, regulación de entornos alimentarios y un impuesto a las bebidas azucaradas”, asegura.

Mercedes Mora, también coautora y profesora de la Universidad Nacional y de la Javeriana, considera que este estudio demuestra que los sellos octagonales de advertencia en el frente de los empaques son claros y comprensibles para la población colombiana y ayudarían a promover una alimentación más saludable, sumado al consumo de alimentos naturales, que son saludables y nunca llevarían un sello de advertencia.

Vale decir que el etiquetado frontal de advertencia es respaldado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) por incidir en el creciente problema de obesidad. En Colombia se ha intentado impulsar vía legislativa sin éxito, y a comienzo de año el Ministerio de Salud anunció un proyecto de etiquetado que presenta una versión propia de los sellos –circulares– que está avanzando.¿En qué va la resolución?

En febrero pasado, el Ministerio de Salud anunció un modelo de etiquetado nutricional para alimentos ultraprocesados que, de sortear todos los trámites, estaría listo en el 2022. Este haría obligatoria para la industria la impresión de sellos circulares frontales de advertencia en los productos con alto contenido de ingredientes críticos y tomaría el lugar de los sellos GDA, que hoy forman parte de autorregulación de la industria y no son obligatorios.

Red PaPaz, que cuestionó esa iniciativa, explicó que el 27 de julio el Ministerio presentó el proyecto de resolución al público y dio inicio al proceso de consulta con el propósito de recibir comentarios. En un mes recibió 2.444 comentarios de 103 personas jurídicas y 11 naturales. El proyecto de resolución pasó luego al Ministerio de Industria y a la Superintendencia de Industria para que dieran conceptos que hoy no se han hecho públicos.

UNIDAD DE SALUD