Por Juan Camilo Mesa Pinilla Para El Colombiano
jcmesa7@gmail.com

Hace unos días, Red PaPaz presentó la app Escáner Nutrimental, un recurso tecnológico que busca hacer frente a la negativa recurrente de parte del Estado de modificar los etiquetados nutricionales de comestibles que actualmente cuentan con un modelo obsoleto que sólo una mínima parte de la población entiende.

Las etiquetas nutricionales de comestibles en Colombia se basan en el famoso modelo GDA (Guías de Cantidades Diarias, por sus siglas en inglés) que reporta las cantidades de cada nutriente en términos de porcentajes basados en dietas de 2.000 calorías diarias. El problema, claramente, es que una correcta interpretación de estas resulta difícil cuando no se cuenta con una formación en nutrición o en ciencias de los alimentos.

-Desde hace unos años, en el mundo se vienen ensayando modelos alternos al GDA que permitan un mejor entendimiento de la calidad nutricional del comestible que compro. Hasta ahora, el modelo que mejor ha funcionado es el frontal de advertencias chileno, que también ha sido replicado con éxito en Perú, Uruguay y más recientemente en México.

Este modelo propone simples hexágonos con mensajes de advertencia: alto en calorías, grasas saturadas, azúcares y sodio; nutrientes que cuando se consumen en exceso generan enfermedades crónicas. Esto, sin lugar a duda, permite una fácil interpretación por parte del consumidor que reduce la ingesta de comestibles chatarra e invita a la industria a reformular sus productos. Todos ganamos.

Como lo mencioné al inicio, debido a la negativa por parte del Gobierno de reglamentar este etiquetado frontal de advertencias, surgió una aplicación móvil que escanea un código de barras y muestra si conviene o no tomar ese producto de la góndola. El Escáner Nutrimental lo permite, y aunque su base de datos ya es grande en este momento, aún tenemos la oportunidad de ayudar a los desarrolladores a alimentarla manualmente siguiendo las instrucciones.

Seguiremos ejerciendo presión, porque es injusto que el consumidor deba contar con un smartphone para enterarse de qué está comiendo en detalle. Aunque la app le devuelve algo de esperanza al comprador, seguiremos exigiendo un #EtiquetadoClaroYa.